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miércoles, 30 de enero de 2013

Pelatantheria scolopendrifolia (Orquídea Ciempiés)

Esta delicada miniatura popularmente conocida como "Orquídea Ciempiés", es una epifita o litófita de origen asiático: regiones de Japón, Korea y China, que vive en bosques, sobre los troncos de árboles de hoja perenne o sobre formaciones rocosas, siempre en lugares húmedos y templados, a alturas que no suelen superar los 1.000 metros. El género comprende 7 especies reconocidas, ya que algunas anteriormente se clasificaban en el género Cleisostoma (que a su vez comprende cerca de 90 especies) y a simple vista, difiere bastante en el aspecto con sus hermanas que recuerdan más a especies de Renanthera por la disposición y forma de los tallos y hojas y a varias Cleisostoma con el mismo patrón, quizá por eso estuvo clasificada anteriormente en este género.


Pelatantheria scolopendrifolia (Makino) Aver. es una especie que crece bien sobre placas o troncos de corcho con un poco de musgo, para que sus finos tallos se extiendan y colonicen el soporte. Lo ideal es un ambiente húmedo, riegos frecuentes, en semisombra y temperaturas medias. No tiene período de reposo por lo que las condiciones de cultivo son sencillas. Suele florecer  a finales de primavera o en verano con diminutas flores de unos 5 mm. de tonos blancos céreos con bordes y manchas rosados, más intensos en el labelo.



También podemos localizarla por los pseudónimos de: Cleisostoma scolopendrifolium (el más conocido) y Sarcanthus scolopendrifolius.

Las especies del género son: Pelatantheria scolopendrifolia, Pelatantheria bicuspidata, Pelatantheria cristata, Pelatantheria ctnoglossum, Pelatantheria eakroensis, Pelatantheria insectifera y Pelatantheria  rivesii.

DETALLE DE LOS TALLOS Y LAS RAÍCES

Ref.: orchidspecies.com - theplantlist.org

lunes, 28 de enero de 2013

Osmoglossum pulchellum (Cuitlauzina pulchella)

En la Entrada del 16 de Septiembre de 2012 os presentaba esta hermosa plantita que, después de casi 2 años y de haberla dividido había florecido (foto inferior):
http://elorquideario.blogspot.com.es/2012/09/osmoglossum-pulchellum-el-patito-feo.html
  
Este año, apenas 2 semanas antes, ha empezado a desarrollar la vara floral de la fotografía de abajo y lo mismo está haciendo la otra planta de la división, también este año con dos varas.



Osmoglossum pulchellum (Bateman ex Lind.) Schltr. 1916. Otros sinónimos por los que la puedes localizar son: Odontglossum pulchellum y Cuitlauzina pulchella. Son orquídeas de Guatemala, México, Salvador, Costa Rica y Honduras y en estado natural son poco frecuentes por los diversos ataques a su hábitat producidos por el hombre. Son plantas epifitas que crecen en bosques frescos y altos, con pequeños pseudobulbos que forman matas grandes y hojas de apariencia herbácea de unos 30 cms. que producen varas florales en racimo con numerosas flores de unos 2 cms. que destacan por su blanco puro entre el resto de plantas y con un agradable aroma.
Puedes cultivarlas montadas en placas de corcho, añadiendo una mata de musgo en las raíces o si no puedes garantizar temperaturas suaves y suficiente humedad, usa macetas bien drenadas, con una mezcla tradicional de corteza de pino de tamaño pequeño, un poco de sphagnum, arlita, poliestireno y trocitos de carbón vegetal. Asegúrala una situación con luz tamizada o sombra parcial, y mantén una temperatura ambiental no muy elevada y una humedad en torno al 60%, sobre todo cuando está en flor. El sustrato debe de estar húmedo pero bien drenado y utiliza un pequeño ventilador para garantizar suficiente ventilación. Cuando los pseudobulbos llenen la maceta, a finales de otoño o principios de invierno puedes dividirla y replantar los  grupos de pseudobulbos de la forma habitual, no riegues las divisiones los primeros días y utiliza un fungicida en los cortes del rizoma.
  

En la fotografía superior e inferior la otra planta colgada en un cesto de rejilla, con las dos pequeñas varas en formación



sábado, 26 de enero de 2013

Dendrobium tipo nobile (Vistosos híbridos)

En otras Entradas hemos hablado de varias especies botánicas de Dendrobium y también de algún híbrido comercial. Los del tipo nobile son unos de los más frecuentes en los centros de jardinería donde llaman la atención por la profusión de sus grandes y hermosas flores de vistosos colores que cubren toda la planta.
 
El género de los Dendrobium comprende unas 1.200 especies epifitas originarias de todas las regiones asiáticas llegando a Australia, Nueva Zelanda y las Islas del Pacífico. Podemos encontrarlos en todos los entornos, desde el nivel del mar hasta más de 3.000 metros, lugares cálidos, fríos, secos, lluviosos y un largo etc. Dendrobium nobile Lindl. es una especie epifita simpodial del Sureste Asiático y cuya hibridación comercial masiva, nos permite llenar de color nuestras casas a precios muy económicos. Sus pseudobulbos son como largas cañas, de distinto grosor según el cultivar y de hoja caduca, por lo que no debemos asustarnos cuando entren en reposo y las pierda.
 
 
Sus grandes flores nacen directamente de los tallos en pequeños grupos de 2 a 3 y los cubren completamente durante varias semanas. En muchos cultivares son fragantes. Procura no mojarlas al regar o vaporizar y retíralas a medida que se vayan secando para evitar hongos. 
 

 
 
Algunos aficionados los consideran de fácil cultivo y otros bastante difíciles, sobre todo por la dificultad en conseguir que en años sucesivos vuelvan a florecer y a cambio sólo consiguen numerosos keikis. Ello es consecuencia de la ausencia de un reposo adecuado con diferencias de temperatura de entre 8 y 10 grados entre el día y la noche y de la falta de luz intensa, necesaria en ese período.


   
Las normas básicas para un buen cultivo pasan por darles en primavera y verano una luz media, temperaturas cálidas (lo ideal es tenerlos en el exterior sin sol directo), abundantes riegos, alta humedad (80%), abonados semanales o quincenales con mayor aporte de nitrógeno y desde mediados del verano y el otoño bajar la proporción de nitrógeno y aumentar la de fósforo y potasio y luego durante el período de reposo darles la mayor luz posible, suspender los riegos al mínimo sustituyéndolos por vaporizaciones, dejar de fertilizar, bajar la humedad y aumentar la ventilación y temperaturas frías, garantizando la citada diferencia entre la diurna y la nocturna.
 
Admiten un rango de 5 a 28 grados e incluso aguantan temporalmente los 0 grados si están secos. Por lo que si  en tu zona el invierno es suave, pueden permanecer en un balcón cubiertos de la lluvia y prácticamente secos. Lo más sencillo es cultivarlos en macetas estrechas, lo justo para el cepellón pues les gusta tener las raíces apretadas. El sustrato estándar a base de cortezas, garantizando el drenaje es suficiente, aunque algunos añaden algo de turba rubia y sphagnum, pero hay que tener en cuenta que no soportan el sustrato encharcado y menos en el período de reposo, por lo que a priori no es recomendable. Trasplanta cuando termine la floración, cada 2 ó 3 años o cuando el sustrato esté descompuesto, utilizando una maceta sólo ligeramente mayor.
 

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Al trasplantar puedes dividirla en grupos de varios pseudobulbos. También puedes separar y plantar los keikis si se han producido e, incluso, puedes sacar esquejes cortando los tallos en trozos que tengan 2 ó 3 nudos al menos y colocarlos tumbados sobre sphagnum húmedo y tapar con un plástico transparente situándolo en un lugar cálido (haz toda la operación en un entorno limpio y con herramientas desinfectadas). Se producirán nuevos brotes que puedes replantar cuando tengan suficientes raíces.
 

 

jueves, 24 de enero de 2013

Una Phalaenopsis Mini deliciosa

Una Phalaenopsis híbrida de flores muy pequeñas que recuerdan a alguno de sus progenitores botánicos.
 
 
Una orquídea que puedes encontrar a precios económicos y que es muy fácil de cuidar, ya que no tiene requisitos diferentes a sus hermanas mayores que encontramos en cualquier vivero o supermercado. Con la diferencia de que es capaz de estar en flor durante más de 6 meses, generando continuamente nuevas varas llenas de deliciosas flores. Un inconveniente es que es un imán para los caracoles que adoran mordisquear sus tiernas varas y para las cochinillas algodonosas que también la encuentran muy atractiva, pero con un poco de cuidado llenará un rincón de la casa o del orquideario de color durante muchísimas semanas.
 

 
 
Flores estrelladas con preciosos tonos violetas, malvas, rosados, morados ... con un labelo de intenso color y además ligeramente fragante. Poco más se puede pedir de esta plantita que se conforma con un lugar a media luz, temperaturas suaves, buena ventilación, humedad media y un sustrato estándar a base de cortezas de pino con trozos de poliestireno y bolas de arlita.

martes, 22 de enero de 2013

Enfermedades de las Orquídeas. ¿Cómo evitarlas?

En la Entrada anterior nombramos las enfermedades y plagas más frecuentes: Hongos, Bacterias, Virus, Insectos y Ácaros. Cuando aparecen en nuestras orquídeas su tratamiento y erradicación es realmente difícil, sobre todo si hay muchas plantas o están en orquidearios, invernaderos o umbráculos, ya que en estos lugares unas condiciones de cultivo erróneas propician su rápida extensión lo que dificulta su control.



Así que lo mejor es prevenir su aparición. Algunas recomendaciones básicas serían:
1- Cuando compras plantas, presta atención a cualquier signo de enfermedad o presencia de insectos, caracoles, etc. No compres plantas en mal estado, deshidratadas, con partes rotas o desgarradas o con signos de cuidado deficiente.
2- Identifica tus plantas. Los híbridos comerciales comprados en viveros generalistas o en supermercados, suelen dar menos problemas porque la mayoría se adaptan a las mismas condiciones de cultivo, pero si compramos especies botánicas  es fundamental saber cuáles son exactamente ya que cada una tiene sus propios requisitos de cultivo y si no los conocemos no podremos dárselos y enfermarán.
3- Evita las compras compulsivas. No mezcles especies de distintos entornos, sus diferentes necesidades de luz, temperatura, humedad, épocas de reposo y cultivo en general hacen imposible su cohabitación.
4- Colócalas en lugares adecuados a sus necesidades, no sirven todas las habitaciones ni todas las orientaciones ni son adecuados los mismos contenedores y sustratos.
5- No mezcles plantas de otros tipos, como las habituales de jardín, pueden ser vehículos de transmisión de algunas enfermedades y parásitos.



6- Cuando adquieras nuevas plantas déjalas unos días en observación antes de ponerlas con el resto. Si tienes la menor duda sobre su estado, dales un baño con fungicida de contacto.
7- No amontones las plantas, favorece la propagación y dificulta su observación y correctos cuidados y tratamientos.
8- Ten previsto la forma de atenderlas si tienes que ausentarte por viajes o vacaciones (automatismos, amigos, etc.).
9- Mantén el orquideario limpio, retirando hojas caídas, flores secas, y cualquier otro resto que puedan propagar enfermedades o dar refugio a huéspedes indeseables.
10- No reutilices sustratos. Lava y desinfecta las macetas y soportes y todos los materiales utilizados.
11- Utiliza siempre herramientas afiladas y desinfectadas cuando cortes o dividas las plantas.
12- No permitas que las hojas estén mojadas por riegos o pulverizaciones al atardecer.
13- Adecua la ventilación al nivel de humedad existente. Los ambientes muy húmedos y cálidos son un caldo de cultivo para hongos y bacterias.
14- Fertiliza adecuadamente, los excesos sólo producen crecimientos débiles, propensos a los ataques de las plagas.
15- Garantiza siempre un drenaje eficaz de los sustratos, la acumulación de agua en las raíces es siempre fatal.



16- No dejes agua en el cuello de las plantas, conduce a la pudrición del tallo de forma rápida. Evita el goteo de plantas colgadas sobre las que se encuentren debajo.
17- No riegues las dos primeras semanas las plantas recién trasplantadas o divididas.
18- Aplica siempre fungicidas en los cortes y en las raíces de las plantas trasplantadas.
19- En las épocas de aparición probable, utiliza fungicidas preventivos. Alterna los productos para no producir resistencia.
20- Utiliza automatismos para ventiladores, extractores y calefactores para evitar descuidos u olvidos.
21- En plantas muy infectadas utiliza productos sistémicos porque los de contacto no serán suficientes.
22- Corta y retira las partes afectadas lo antes posible y no dudes en eliminar plantas muy enfermas o con síntomas de virus.
23- Consulta a amigos, foros o cualquier persona que te pueda ayudar a identificar el problema y sus causas. Los tratamientos equivocados son difíciles de corregir.

SIEMPRE que utilices productos fitosanitarios sigue las indicaciones de preparación y/o aplicación al pie de la letra y utiliza siempre guantes y mascarilla. Usa sólo productos aprobados, en las dosis indicadas y específicos para las orquídeas. Sigue las recomendaciones para evitar contaminar el entorno y deposita los envases usados en los lugares habilitados para ello. No olvides que son productos tóxicos para tí, tu entorno y el medio ambiente en general.

Enfermedades de las Orquídeas


Insectos, Ácaros, Hongos, Bacterias y Virus son huéspedes indeseables para nuestras plantas y hagamos lo que hagamos es casi inevitable que algunos o varios de ellos aparezcan de vez en cuando entre nuestras orquídeas.
 
Entre los Insectos los más frecuentes son diversos tipos de cochinillas de caparazón blando o duro, varios tipos de Áfidos o pulgones, hormigas que extienden algunas de estas plagas, diversos tipos de moscas, cucarachas que se comen las raíces, orugas que devoran hojas y flores, trips, etc. dependiendo de en qué lugar del mundo nos encontremos. Hay multitud de productos para su tratamiento, siendo importante utilizar siempre los menos agresivos para el medio ambiente, por lo que siempre trataremos de utilizar productos naturales y ecológicos.
 
El más frecuente de los Ácaros es la Araña Roja, son artrópodos diminutos que colonizan el envés de las hojas y chupan la savia. Aparecen en ambientes con baja humedad. Son frecuentes los productos específicos a la venta y también otros mixtos que sirven también para combatir diversos insectos.
 
Entre los Hongos los más habituales son: Phytopthora cactorum, Phythium ultimum, Botrytis cinerea, Fusarium oxysporum, Rhizoctonia solani, Glomerella sp. etc. Generalmente son consecuencia de ambientes con alta humedad, temperatura elevada y poca ventilación. Fungicidas de contacto y sistémicos ayudan a erradicarlos y prevenirlos siempre regularizando las situaciones anómalas en el cultivo que los provocan.
 
Bacterias como Pseudomonas cattleyae, Erwinia carotovora, Erwinia chrysanthemi, Erwinia cypripedii, Acidivoras sp. y Xanthomonas sp. se desarrollan en ambientes parecidos a los hongos y suelen aparecer conjuntamente. Son más difíciles de tratar, es fundamental bajar la humedad y aumentar la ventilación y sobre todo que las plantas no estén mojadas al atardecer.
 
Los Virus no tienen tratamiento una vez que aparecen y hay que eliminar las partes afectadas rápidamente e incluso las plantas, contenedores y sustratos en que se encontraban. Los más frecuentes son el Virus del Mosaico del Cymbidiun o el del Tabaco y el Virus de la Mancha Anillada.
 
 
 
En las fotografías pueden verse diversos síntomas y consecuencias del ataque de varias de estas plagas en hojas de Cattleyas, Bulbophyllum, Vanillas, Trygonidium, etc. Las partes roídas y agujereadas son señal de la visita de caracoles y babosas, para cuya eliminación ya dimos consejos en otra entrada.
 
Teniendo en cuenta que su eliminación y control no es sencillo, lo más práctico es prevenir su aparición. En la siguiente entrada os dejo algunos consejos básicos para ello.

lunes, 21 de enero de 2013

Triphora uniflora (Fotografiada en Misiones)

Nos hacemos eco de otra buena noticia para los aficionados a las orquídeas, aparecida en El Paranaense recientemente y que da testimonio de la presencia de esta bonita orquídea en la Reserva de San Antonio.
 
La orquídea fue localizada y fotografiada por el guardaparques Eduardo Millitelo y fue tomada en la Reserva Natural de San Antonio, al norte de la provincia de Misiones, en Argentina, un espacio de alta protección y fundamental para la conservación de la biodiversidad del país. Un gratificante descubrimiento, dada la rareza de la planta y lo difícil de su localización.
 
La especie Triphora uniflora  A.W.C. Ferreira, Baptista & Pansarin 2010, pertenece a un género de aproximadamente 20 especies terrestres o saprófitas, (algunas traspasadas desde el género Pogonia) que habitan en una amplia franja que va desde Canadá a América del Sur. El género fue propuesto por Thomas Nuttall en 1.818. La T. uniflora fue descrita en 2010 y descubierta en la Región Central del Estado de Sao Paulo en Brasil, en este país se encuentran 5 especies de este género. La planta no llega a los 10 cms. y sus flores duran apenas unas 24 horas, lo que dificulta su localización. Son de color violeta con ribetes blancos y pequeñas hojas que abrazan el tallo.
 
FOTOGRAFÍA DE EDUARDO MILLITELO
PUBLICADA EN EL PARANAENSE
 
Ref: Os dejo los enlaces al Blog de la Reserva Natural de San Antonio:

http://rnesanantonio.blogspot.com.ar/2013/01/nueva-orquidea-para-la-argentina.html
A la publicación de la noticia citada en el Paranaense:
http://elparanaense.com.ar/en-san-antonio-una-nueva-orquidea-para-la-argentina/
Y al Acta Botánica de la descripción por: Alessandro Wagner Coelho Ferreira; Dalton Holland Baptista; Emerson Ricardo Pansarin
http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0102-33062010000100031&script=sci_arttext

sábado, 19 de enero de 2013

Nueva Orquídea descubierta en Colombia (Cyrtochilum betancurii)

Una buena noticia publicada en El Colombiano

Se ha descubierto una nueva orquídea en Urrao, en el Parque Nacional Natural Las Orquídeas, situado en el noroccidente del departamento de Antioquia, en Colombia, a una altura de entre 1.600 y 1.800 metros en un bosque de niebla. 

FOTOGRAFÍA DE GIOVANNY GIRALDO

La especie ha sido descrita por Giovanny Giraldo investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison y Stig Dalström en la revista Lankesteriana del Jardín Botánico Lankester de la Universidad de Costa Rica. La nueva orquídea (epifita) ha recibido el nombre de Cyrtochilum betancurii, en honor de Julio Betancur botánico del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional.

Las flores son de color marrón oscuro con el borde amarillo y las plantas encontradas tienen grandes inflorescencias que llevan entre 16 y 18 flores. Es muy similar a las ecuatoriana C. cryptocopis y C. trifurcatum, pero su estructura ventral es distinta, así como las alas de su columna. El Parque en el que se ha localizado es un espacio protegido de 32.000 hectáreas en el que se han catalogado más de 300 especies de orquídeas así como más de 2.000 plantas de relevancia botánica.

viernes, 18 de enero de 2013

Neolauchea pulchella (Isabelia pulchella)

Las Isabelias son un género de orquídeas compuesto por sólo 4 especies que proceden de la región oriental de Brasil donde viven en zonas montañosas húmedas y con abundantes nieblas. Son plantas epifitas de pequeño tamaño que crecen extendiendo su rizoma con pequeños pseudobulbos claramente espaciados.

 
 
Neolauchea pulchella Kraenzl. 1987 es el sinónimo de Isabelia pulchella y de Meiracyllium wetsteinii y es una orquídea simpodial epifita muy popular por su bonito crecimiento y sus hermosas flores color rosa fuerte o magenta de casi 2 cms, y que aparecen a finales de otoño o principios del invierno generalmente y duran varias semanas. Es una planta pequeña, con un crecimiento llamativo mediante pseudobulbos ovoides unifoliados que crecen espaciados a lo largo de los rizomas reptantes.
 
Crece bien en sombra moderada, con una humedad en torno al 60% y manteniendo húmedos el sustrato o el musgo si la tenemos montada en corcho, no tiene un período claro de reposo. La temperatura de intermedia a baja, entre 12 y 26 grados aproximadamente y siempre dándole una buena ventilación. Se desarrolla bien en maceta o en cestilla colgante, con una mezcla estándar de sustrato pero añadiendo un poco más de sphagnum para asegurar algo más de humedad, pero luce mucho más si la montamos sobre una rama o placa de corcho grande por la que pueda extender su rizoma y lucir mejor sus bonitas floraciones. Es conveniente poner un poco de musgo como base para que las raíces puedan disponer de la humedad necesaria.
 

 
La plantita de la foto la compré a Ryanne Orchidée (Francia), montada sobre una placa pequeña de corteza de alcornoque y tenía algunas flores ya secas, por lo que habrá que esperar a ver si se encuentra a gusto y el próximo año nos regala una bonita floración.
 


Las 4 especies del género son: Isabelia pulchella (flores redondeadas color rosa fuerte), Isabelia violacea (flores estrelladas de tonos similares), Isabelia virginalis (flores redondeadas de color blanco y labelo morado, con pseudobulbos de aspecto velloso) e Isabelia x pabstii (un híbrido natural con flores muy similares a la I. pulchella y que anteriormente se denominaba Isanitella pabstii).
 

Detalle de los pequeños pseudobulbos

jueves, 17 de enero de 2013

Maxillaria puncto-striata (Hermosas flores solitarias)

Las Maxillarias son una familia de orquídeas de zonas de América Tropical que agrupa cerca de 600 especies y que, como otros géneros, ha tenido numerosas revisiones. Así, por ejemplo en 2007, tras estudios de ADN, muchas de sus especies fueron transferidas a 17 géneros, algunos ya existentes y otros nuevos como: Mormolyca, Trigonidium, Cryptocentrum, Camaridium, Heterotaxis, Ornithidium, Brasiliorchis o Christensonella. Os dejo el enlace al artículo publicado al respecto en American Journal of Botany:
 
Por ello, los aficionados a las orquídeas solemos tener dos grandes retos: como cultivar adecuadamente nuestras plantas y ... como identificarlas correctamente, ya que con frecuencia las compramos sin etiquetar, o sin especificar la especie, o viene mal identificada y a cada amigo que consultamos nos da un nombre o si buscamos en Internet nos encontramos páginas poco rigurosas, nombres locales o sin actualizar, multitud de pseudónimos, etc. De todos modos en esos casos, si no conseguimos una identificación 100% segura tendremos que intentar darles los cuidados "genéricos" del género o de la especie más parecida que encontremos.
 

 
La Maxillaria puncto-striata Rchb.f 1877 es una bonita planta de pequeño tamaño, generalmente epifita y que podemos encontrar con los nombres de Maxillaria rubrilabia, M. atrata, M. hematoglossa, M. cucullata o Camaridium cucullata, aunque algunas de ellas son especies distintas, pero las flores son realmente parecidas y para los que no somos entendidos es difícil distinguirlas.

 
 
Es originaria de México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá o Costa Rica en altitudes entre los 1.000 y los 2.500 metros. Florece en espigas con flores solitarias no muy altas y aromáticas con bonitos colores anaranjados, amarillentos, púrpuras y morados con muchas rayas y puntos y un labelo pequeño oscuro que contrasta bastante. Les gusta un lugar ligeramente sombreado, con un riego frecuente que en invierno bajaremos pero sin suspenderlo totalmente. Un abonado regular 15-15-15 ó 20-20-20 por ejemplo es suficiente para su desarrollo. La humedad debe ser alta, no inferior a un 70% y ventilación suficiente para evitar desarrollo de hongos. Se puede cultivar en maceta con un sustrato de cortezas de pino pequeñas, trocitos de carbón, unas hebras de sphagnum y drenaje con poliestireno expandido y bolitas de arlita. También se adapta a su cultivo en ramas o placas de corcho con algo de musgo en las raíces y prestando atención a que mantenga la humedad suficiente, pues en estos soportes el riego tiene que ser más frecuente.
 
 
Para mantenerla en un entorno suficientemente húmedo, podemos situar la maceta sobre una capa de bolas de arcilla humedecida y situarla entre macetas con helechos, como se ve en la fotografía superior. Las flores no duran demasiado pero son realmente bonitas.
Ref: American Journal of Botany, orchidspecies.com

miércoles, 16 de enero de 2013

Cirrhopetalum annandalei (Bulbophyllum annandalei)

El Cirrhopetalum annandalei Ridl. 1920 podemos encontrarlo a la venta también con el nombre de Bulbophyllum annandalei, ya que numerosas orquídeas de este género fueron transferidas al primero que actualmente engloba unas 150 especies,. Son plantas simpodiales epifitas de las selvas húmedas y templadas de grandes zonas de Asia, India e Islas del Pacífico.



Es una planta más bien pequeña con pseudobulbos unifoliados y que florece en pequeñas espigas que llevan de 5 a 6 flores ligeramente aromáticas de tonos amarillentos generalmente que, según las variedades, pueden tener más o menos marcadas rayas longitudinales más oscuras y con un labelo que puede ser amarillo, púrpura o rojo intenso. Duran unas 3 semanas aproximadamente.


Podemos cultivarlas sobre placas de corcho con algo de musgo en las raíces o en maceta o cestilla colgante, con un compost clásico de cortezas de pino con trozos de foam y bolas de arlita para garantizar un buen drenaje. Situarlos en un lugar con luz intermedia, con una humedad ambiental entre el 50% y el 70% en función de la temperatura. Hay que mantenerlo bien regado, bajando un poco los riegos en invierno, pero sin suspenderlos totalmente. El abonado cada 15 días, con un abono muy ligero, en la época de crecimiento. Acepta temperaturas desde los 12 a los 28 grados, admitiendo otros límites según la humedad existente. Podemos trasplantarlas después de la floración cuando la maceta esté llena de pseudobulbos o cada 3 años si el sustrato ya está degradado, aprovechando para hacer las divisiones de los pseudobulbos si queremos tener nuevas plantas.

La planta de la fotografía la compré a Ryanne Orchidée (Francia) y uno de los pseudobulbos produjo una espiga con 5 flores. 

Myrmecophila thompsoniana

Los expertos siguen reclasificando algunas de estas especies de orquídeas entre los géneros Myrmecophila, Schomburgkia y Laelia. Por ejemplo en 1917 Robert Allen Rolfe transfirió varias especies de Schomburgkia a Myrmecophila, pero hoy en día siguen los estudios de ADN intentando poner orden en estos géneros.

En general, tanto las Schomburgkia (unas 17 especies) como las Myrmecophilas (unas 20 especies) son plantas de gran tamaño, llegando a los 4 metros, y con varas florales que superan el metro de altura. Las segundas, recibieron ese nombre por su asociación simbiótica con diversos géneros de hormigas (Camponotus, Monomorium, Zacryptocerus, etc.) a los que dan hospedaje en sus grandes pseudobulbos huecos. La mayoría son plantas epifitas, aunque hay algunas litófitas también. Todas ellas gustan de exposiciones soleadas y son originarias de zonas cálidas de Centroamérica y Suramérica.



La Myrmecophila thompsoniana (Rchb.f) Rolfe 1917 es natural de las Islas Caimán y Cuba y es una planta algo más compacta y manejable, con pseudobulbos bifoliados y con inflorescencias de unos 120 cms. que llevan hasta 20 flores fragantes. Hay una variedad áurea de un bonito color amarillo y una alba más infrecuente. Son plantas que necesitan bastante espacio para su desarrollo y lo habitual es cultivarlas sobre un gran trozo de corcho o similar con un poco de musgo en las raíces o en una cesta de madera amplia donde puedan desarrollarse. Los trasplantes no son necesarios más que cada 3 años y puede aprovecharse para dividir las plantas muy grandes. Necesitan una exposición soleada, riegos frecuentes, dejando secar un poco entre riego y riego y una buena ventilación. Son plantas duras que soportan un amplio rango de temperaturas por lo que no resultan difíciles de cuidar.

La planta de la foto la compré a Flora del Trópico (España) a raíz desnuda y la monté en una placa de corcho con musgo de bosque. Suelen necesitar cierto tiempo para empezar a crecer y llegar a florecer, pero si lo consigues disfrutarás de una de las más bellas floraciones entre las orquídeas, con grandes, vistosas y fragantes flores.


        

Se la conoce también por los nombres de: Bletia thompsoniana, Laelia thompsoniana, Myrmecophila brysiana, Schomburgkia brysiana y por su basiónimo Schomburgkia thompsoniana.



lunes, 14 de enero de 2013

Cestas de madera para Orquídeas

Las cestas de listones de madera podemos utilizarlas como soporte de cultivo para orquídeas de flores colgantes como las Stanhopeas o las Góngoras, lo que nos permitirá disfrutar mejor de sus largas varas florales colgantes. Son también apropiadas para otras muchas especies como Acinetas,  Bulbophyllum, algunas EmbreasLaeliasCattleyas.

Las Vandas y Ascocendas, también se cultivan mejor en cestas caladas que pueden ser de madera o de plástico, aunque la diferencia con las anteriores especies, es que no necesitan sustrato, sólo un soporte para que sus largas raíces cuelguen libremente en lugares luminosos y con alta humedad. 


Hay muchas tiendas en Internet que ofrecen cestas a la venta, pero puedes realizarlas tu mismo fácilmente. Sólo necesitas unos cuantos listones de madera dura, la teca es ideal, pero vale casi cualquiera si la aplicamos un protector de madera o las damos una ligera capa de barniz. Basta cortar los listones a la medida deseada y unirlos entre sí con alambre, clavos, tornillos o cola resistente al agua. Hay que situar los listones de forma alterna, para que queden espacios libres entre ellos. Luego forraremos las paredes y el fondo con trozos de malla plástica o alguna fibra vegetal que permitirá retener el sustrato, asegurar un buen drenaje y permitir que orquídeas como las Stanopheas puedan sacar sus brotes fácilmente. Unas hembrillas cerradas, atornilladas en la parte superior, nos permitirá pasar un alambre o una cadenilla inoxidable para poder colgarlas. Puedes hacerlas cuadradas, rectangulares, octogonales o de la forma que desées, con un tamaño adecuado a la especie que vas a plantar y teniendo en cuenta que pasarán varios años en ese soporte ya que los trasplantes son más difíciles de realizar y a veces hay que cortar los listones si las raíces están muy adheridas. Es preferible que sean más anchas que altas para permitir que los pseudobulbos se extiendan por la superficie libremente.

Rellenaremos las cestas con compost grueso, básicamente a base de cortezas de pino, trozos de poliestireno expandido, algunos trozos de carbón vegetal y pedazos de corcho (valen los tapones clásicos de las botellas cortados en rodajas o a la mitad) o cáscaras de nueces y algunas hebras de sphagnum. Estos materiales ligeros y de granulometría grande, permitirán un buen drenaje, por lo que podemos regarlas sin miedo. Es importante colgarlas en sitios donde el agua sobrante no caiga sobre otras plantas situadas debajo y siempre con una buena ventilación. Asegúrate que tienen buen riego pues el agua escurre fácilmente y apenas retienen humedad comparadas con las macetas clásicas de plástico o de barro cocido.



En la fotografía superior se ve un brote floral de una Stanhopea saliendo por un lateral de la cesta. Las largas raíces que se ven detrás de ellas en la fotografía inferior, son de algunas Vandas y también se ven unas ramas de una Vanilla planifolia.


En las fotografías inferiores una Stanhopea oculata y una Embrea rodigasiana que llevan plantadas un año en las cestas, compartiendo lugar en el techo del orquideario con macetas de helechos de varias especies.

sábado, 12 de enero de 2013

Cymbidium (Trasplante y División)

En la Entrada de ayer, comentamos la forma de cuidar estas bonitas orquídeas:
 
 
Hoy os pongo unas fotografías de plantas adultas que ya ocupaban toda la maceta y que he trasplantado aprovechando para dividir los grupos de pseudobulbos. Como comentamos ayer, lo mínimo recomendable son 3 por división, aunque si separamos grupos algo mayores es más probable que las plantas florezcan en la siguiente temporada. Los trasplantes podemos efectuarlos cada 3 años o cuando la superficie de la maceta se haya llenado ya. Sacaremos el cepellón, previamente regado para facilitar la limpieza del sustrato viejo y evitar romper las raíces, retiramos lo que podamos con las manos y con ayuda de una chorro de agua podemos limpiar el resto. Luego tirando suavemente con las manos procedemos a hacer las divisiones de los pseudobulbos y cortamos todas las raíces estropeadas o rotas y aplicamos un fungicida  o espolvoreamos canela en polvo para evitar infecciones. Si nos resulta difícil dividir el cepellón con las manos, también podemos cortarlo en trozos con un cuchillo afilado y desinfectado. Aprovechamos también para revisar las hojas por si hubiese parásitos o caracoles o babosas, aplicando los fitosanitarios oportunos si hiciese falta (si es posible ecológicos). Retirar todos los pseudobulbos que notemos blandos al tacto o con indicios de podredumbre y sanear los cortes. Los viejos sin hojas conviene dejarlos como apoyo para las nuevas plantas, aunque si hay varios, podemos separar algunos y colocarlos individualmente en pequeñas macetas con sphagnum ya que a veces son capaces de producir nuevos crecimientos.
 
Usaremos macetas de tamaño mediano, pues estarán varios años en ellas y son plantas que alcanzan grandes dimensiones. Para el sustrato nuevo prepararemos una mezcla a base de turba rubia fibrosa, mantillo de hojas de roble o haya (no hace falta que esté muy descompuesto), aquí tenéis los enlaces a las entradas en que se explica como prepararlo:
unas hebras de sphagnum, trozos de carbón vegetal, (opcionalmente se puede añadir un puñado de vermiculita) y material para facilitar el drenaje como trocitos de foam y bolas de arlita y un puñado de arena gruesa de río. Es importante comprobar que la maceta tiene suficientes agujeros de drenaje y si es preciso podemos ampliarlos o hacer alguno más. Luego proceder a la plantación dejando el sustrato a la altura del inicio de los pseudobulbos sin cubrirlos. Coloca las nuevas divisiones pegadas a una pared de la maceta, no en el centro, con los brotes nuevos hacia la parte libre, para que puedan crecer hacia la parte despejada libremente. Una vez trasplantadas, las dejaremos en un lugar con luz suave y no los regaremos hasta pasadas dos semanas. En las fotografías inferiores podéis ver varias plantas recién trasplantadas.

 
 
Ahora ya sólo queda esperar a que se adapten y nos regalen el próximo otoño/invierno el hermoso espectáculo de sus grandes flores perfumadas, como las de las fotografías inferiores. Recuerda que son plantas que necesitan mucha luz y una diferencia de temperatura significativa entre el día y la noche para estimular la floración. Una luz insuficiente y una temperatura sin grandes cambios entre el día y la noche, son la causa principal de que en ocasiones no florezcan.