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viernes, 31 de mayo de 2013

Ophrys lutea (Muchas más) (Madrid)

Otra zona donde las Ophrys lutea estaban en plenitud de floración y donde eran tan abundantes como otras muchas flores silvestres que tapizan las laderas de tomillares y enebros, hasta el punto que en algunos sitios eran la flor dominante y era difícil andar entre ellas para fotografiarlas sin pisar alguna.
 
Como podéis ver en las fotografías, la variedad de formas, tamaños y tonos de color era muy amplia. A la belleza de estas pequeñas flores doradas, se le unían numerosos ejemplares de Ophrys scolopax y algunos de Ophrys speculum, aunque muchas de estas últimas ya estaban secas.
























 UNA VISTA DE LA ZONA

Las últimas Anacamptis champagneuxii (Madrid)

Además de muchísimas Serapias Lingua y de las otras orquídeas que empezaban a brotar y aún no identificables, encontré media docena de delicados ejemplares de Anacamptis champagneuxii, la mayoría ya casi secos y algunos formando semillas, así que esperemos que el próximo año podamos encontrar muchas más.
 
Me gustan estas orquídeas de aspecto tan frágil en comparación con sus parientes las Anacamptis morio, generalmente mucho más abundantes por estas zonas y desde luego, de aspecto mucho más rotundo, con muchas más flores y colores más intensos. Al menos hay constancia de que también se dan en esa zona, ahora toca esperar al próximo año y comprobar el volumen de la población.
 



VISTA DE LA ZONA, PRADOS CON ROBLES, A LOS PIES DE LA SIERRA Y UN EMBALSE

Esperando que florezcan (Orchis ¿?) (Madrid)

Como os comentaba en la Entrada anterior, había algunas orquídeas que empezaban a anunciar sus flores y que de momento no he podido identificar. Un amigo experto en orquídeas ibéricas me comentaba que podían ser Orchis conica, pero habrá que esperar para estar seguros. Esperemos que el ganado bovino que pasta en estos hermosos prados de montaña no se las coman todas antes, porque de muchas apenas quedaban restos de los tallos, por lo que deduzco que además de hermosas, deben de ser apetitosas, al menos para el ganado. A ver si hay suerte y alguna sobrevive.

ALGUNOS DE LOS BROTES APUNTANDO LAS FLORES YA
 
EL PRADO EN QUE SE ENCUENTRAN, AL FONDO LA MONTAÑA AÚN CON RESTOS DE NIEVE

jueves, 30 de mayo de 2013

Serapias Lingua (Madrid)

Tarde de primavera (sol y lluvia intermitente) en la falda de la sierra de Guadarrama, con restos de nieve aún en la montaña. Hay unos pastizales salpicados de grandes robles, a una altitud de unos 900 metros que en primavera se llenan de flores silvestres desde Ranúnculos dorados a matas de Cantueso púrpura, estrellados Ornithogalum blancos o millones de flores azules de Viborera y también Orquídeas, en este caso muchas Serapias lingua, de distinto tamaño, color de los labelos, solas o en grandes grupos. Quedaban también algunas Anacamptis champagneuxii y empezaban a brotar otras que parecían alguna especie de Orchis pero aún faltan unos cuantos días para salir de dudas.
 


 
Aunque eran muy abundantes, para empezar a localizarlas hay que poner las rodillas en el suelo y mirar despacio porque la mayoría quedan cubiertas por la hierba, una vez encontrada la primera luego resulta más sencillo. Es un placer cuando se descubre un lugar con tantas y tan hermosas orquídeas. Estas se encuentran a unos 70 kilómetros de las de la entrada de hace un par de días (en Segovia) y mientras allí empezaban a florecer aquí están en todo su esplendor y, generalmente, los ejemplares son más altos y más variados en forma y colores.
 

 
  

 GRANDES GRUPOS ESCONDIDOS ENTRE EL PASTO
 
 AL FONDO LA SIERRA, A PUNTO DE EMPEZAR LA TORMENTA
 UN PAR DE HORAS ANTES SOL RADIANTE Y MUCHO COLOR

martes, 28 de mayo de 2013

Más Anacamptis morio (Contraste de colores)

La primera vez que encuentras una orquídea silvestre es difícil no sentirse maravillado y es más que probable que estés al inicio de una afición que con frecuencia se torna en pasión. Poco a poco irás descubriendo que no es tan difícil localizarlas, que siempre han estado ahí, a veces a dos pasos de los lugares cotidianos, el pinar en el que paseas, el parque en que juegas con los niños, el sendero por el que paseas el perro, el prado en el que jugabas al balón de niño e incluso en un rincón del jardín.
 
Pese al halo de misterio y rareza que siempre las ha rodeado, las orquídeas silvestres están por todos los sitios, prados, ribazos, senderos, cunetas, bosques, pedregales, tomillares, olivares, escombreras, laderas, bordes de ríos, cumbres o valles ... sólo necesitas un poco de atención y ,de marzo a junio, en el hemisferio occidental las encontrarás fácilmente y, a veces, es imposible no verlas.
 
Como ejemplo este hermoso prado segoviano en el que al pasar por la carretera con el coche, llamabana la atención a gritos con el contraste de sus tonos morados este enjambre de Anacamptis morio. Una delicia para la vista y un placer pasear entre tantas que hay que ir con cuidado para no pisarlas. Si además te agachas un poco, incluso puedes tener la suerte de encontrar "escondidas" un montón de diminutas Serapias con su llamativa "lengua" granate. Y también es probable que encuentres mezcladas con ellas Androrchis mascula o Anacamptis champagneuxii por ejemplo.
 
Y lo mismo ocurrirás si te paras al pie de una ladera cubierta de tomillos, lavandas o enebros, a poco que te fijes empezarás a maravillarte de la abundancia de Ophrys lutea, Ophrys scolopax u Ophrys speculum. 
 
 
 


 
 
  
   

Lo dicho, sal a buscarlas, es seguro que las encontrarás. Ciertamente hay algunas que florecen en rincones apartados y escondidos y hay especies y endemismos que es muy difícil encontrar, pero hay tantas especies a la vuelta de la esquina que, para un aficionado de a pie, la recompensa está asegurada. Anímate, aún queda un mes para disfrutar de su abundancia y variedad.