Cuando los productores acuden a las Ferias y Exposiciones de orquídeas, que a veces se celebran en la otra punta del mundo, suelen envolver las raíces en musgo sphagnum humedecido porque tiene varias ventajas: ocupa mucho menos que las macetas, pesan menos, se coloca mayor cantidad y con más comodidad en cajas, evitan caídas del sustrato al volcarse las macetas y, sobre todo, pueden olvidarse de regar las plantas durante muchos días.
Pero una vez compradas, debes proceder a retirar el musgo lo antes posible y colocar la planta en una maceta con el sustrato más adecuado basado en cortezas de coníferas o fijarla en soportes de madera o corcho. Si has comprado o vas a comprar alguna, te indico los pasos a seguir, tomando como ejemplo esta pequeña Encyclia cordigera alba, comprada a Serra Brasil Orchidaceas.
Primer paso sacar el cepellón de la maceta. Te quedará la madeja de musgo envolviendo las raíces.
Retira con cuidado el musgo, procurando no romper las raíces. En este caso, parece que las raíces habían sido recortadas antes de envolverlas, porque todas están igualadas y sin punta ¿? Algo no muy habitual, pero que no parece que haya afectado a la planta que se ve saludable.
Una vez hayas retirado todo el musgo, revisa toda la planta en busca de posibles plagas como pulgones, cochinillas, caracoles o babosas. Si fuese el caso, retira los bichillos con un pincel o bastoncillo de algodón, con la mano o poniendo la planta bajo el grifo con agua tibia. Si hubieses visto cochinillas, tendrás que aplicar algún insecticida específico cada 5 días durante 4 semanas para asegurarte que desaparecen. Generalmente las plantas vienen limpias, así que seguiríamos con el proceso: En la fotografía superior se pueden apreciar las raíces cortadas y también se ven algunas estropeadas. con una tijera desinfectada en alcohol o en una llama, corta las raíces secas o estropeadas. Presta atención a la zona central del cepellón donde al mantener más tiempo la humedad, suele haber más raíces estropeadas.
Luego pulveriza bien todo el rizoma con un fungicida para orquídeas o plantas de interior de los que encuentras a la venta en cualquier centro comercial o floristería. Procura no usar productos para agricultura que son mucho más tóxicos para el medio ambiente y para los usuarios y que son innecesarios para este caso. Siempre que utilices productos de este tipo utiliza gafas, guantes y mascarilla protectora, guárdalos en lugar seguro y elimina los restos en un "Punto Limpio" municipal para evitar contaminaciones.
Después selecciona una maceta adecuada al tamaño de la planta. A las orquídeas les gusta crecer con las raíces apretadas, así que procura que sea lo más pequeña posible. Puede ser de plástico transparente, de color o de barro cocido. No importa, lo único que debe tener agujeros de drenaje. Si sólo tiene uno central, con una tijera o un clavo realiza varios más por el fondo de la maceta. Es preferible que sea nueva. Si reutilizas una, previamente límpiala bien y desinféctala para evitar transmisiones de plagas.
Prepara el sustrato, generalmente una mezcla de cortezas de pino y unos trocitos de carbón vegetal lavado previamente, con material de drenaje como bolitas de arlita, trozos de corcho o de poliestireno. En otras especies habría que añadir sphagnum, turba, trocitos de mármol u otros materiales según sean epifitas, terrestres, rupícolas, calcícolas, de zonas tropicales o de zonas de alta montaña, por ejemplo.
Coloca el material de drenaje en el fondo. Es muy importante que el agua drene bien.
Echa un poco de sustrato y coloca la planta en la maceta sujetándola con una mano y vete añadiendo el compost apretando suavemente con la mano. Golpea ligeramente la maceta para procurar que los trozos se reparta por toda la maceta y entre las raíces. Los pseudobulbos deben quedar fuera del sustrato. Es importante que la planta quede bien fijada, eso facilita el proceso de arraigue y evita que se caiga si se vuelca la maceta. Coloca una etiqueta con los datos que te permitan identificar la planta, como un número, el nombre científico y la fecha de adquisición, por ejemplo. No riegues la planta hasta una semana después. así ayudas a prevenir contaminaciones fúngicas.
Todo el proceso te llevará 10 minutos y podrás disfrutar de tu nueva orquídea durante mucho tiempo.