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viernes, 31 de agosto de 2012

Control de la temperatura y humedad en el orquideario

Hay 4 factores básicos a controlar para que nuestro orquideario reuna las condiciones adecuadas para el cultivo de nuestras orquídeas: Luz, Humedad, Temperatura y Ventilación.

Todas están relacionadas entre sí por lo que, actuando sobre cualquiera de ellas, ayudamos a modificar o estabilizar las otras. Por ejemplo: si reducimos la luz solar mediante una malla de sombreo, automáticamente se reduce la temperatura en el orquideario con lo que necesitamos algo menos de humedad y podemos también bajar el nivel de ventilación.

Hoy vamos a comentar la forma de controlar la Humedad y la Temperatura. Para controlar ambas a la vez, podemos utilizar un sencillo dispositivo denominado Termohigrómetro, es decir, un Higrómetro que además nos facilita la temperatura. Hay en el mercado disponibles sofisticados equipos digitales, pero para el orquideario de un aficionado no son realmente necesarios.


El de la fotografía vale unos 25€, integra un termómetro analógico y un higrómetro analógico de cabello. Para su mantenimiento, conviene cada cierto tiempo envolverle unas horas en un trapo húmedo. Nos facilita la temperatura actual (en este caso 30 grados Centígrados, correctamente Celsius) y la humedad relativa del aire en porcentaje (aquí casi un 60%). Si el orquideario tiene más de 9 metros cuadrados o es muy alto, conviene disponer de un par de ellos al menos u otros dispositivos similares, ya que la temperatura y la humedad varían considerablemente en función del lugar (por estar más cerca o lejos de una ventana lateral, cenital o de una puerta, de recibir más o menos luz, por la colocación de los pulverizadores de agua, por la mayor o menor cantidad de plantas acumuladas, por zonas de sombra, por estar más cerca del suelo o del techo, etc.) En el mío que tiene unos 16 metros cuadrados, entre la zona de la entrada y el fondo, la diferencia puede ser de 3 grados y de un 20% la humedad.

Hay otro instrumento sencillo que nos dará un dato importante: la diferencia de temperatura a lo largo del día y de la noche. Es lo que se denomina: Termómetro de Máxima y Mínima. Ya sabéis lo importante que es para inducir la floración en ciertas especies la diferencia de temperatura nocturna y diurna. También nos informará si por la noche la temperatura en invierno es demasiado baja y debemos poner la calefacción (del tipo que sea), lo más sencillo es disponer de un Calefactor/Ventilador con termostato que programaremos para que se ponga en marcha al alcanzar la temperatura determinada cifra.


El Termómetro de la fotografía vale unos 10€ y nos permite conocer la temperatura actual (25 grados, aguja negra), la temperatura mínima que ha habido (10 grados, aguja azul) y la máxima que ha habido (31 grados, aguja roja).

Para volver a conocer el intervalo de temperaturas de otro día, se actúa sobre el botón central que mueve las agujas azul y roja hasta volver a dejarlas pegadas a la negra que, al ir variando a lo largo de la jornada, desplazará de nuevo la azul cuando baja y la roja cuando sube, quedándose fijas en las temperaturas mínimas y máximas alcanzadas en la jornada o período en cuestión.

Una información más básica nos la facilitará un simple termómetro pero sólo nos dará la información del momento, sin memoria de las variaciones. Recordar que los termómetros clásicos de mercurio están prohibidos, por su alta toxicidad y dificultad de reciclaje. Si dispones de alguno lo mejor es sustituirlo y llevarlo a un "punto limpio" para su correcto reciclaje.

También hay otro equipo llamado Psicrómetro que da básicamente la información de un Higrómetro, pero además nos permite conocer el "punto de rocío" que es la temperatura a la que se producirá la condensación del vapor de agua.

Finalmente, como sabéis, hay pequeñas Estaciones Meteorológicas que pueden darnos la temperatura del interior de una vivienda por ejemplo y complementariamente la de otra u otras zonas.


En la foto un Termo Sensor (una especie de sonda de temperatura) que registra y envía el dato de temperatura para su visualización en la pantalla de la Estación base que tenemos en la vivienda con la que está sincronizado. De este modo podemos conocer en todo momento la temperatura que hay en el Orquideario sin necesidad de ir a verlo.

Con estos sencillos dispositivos, mejor combinados entre sí, dispondremos de la información básica necesaria para que nuestras orquídeas se sientan a gusto.

jueves, 30 de agosto de 2012

Encyclias y Bulbophyllum-2. Montaje en un tronco de palmera

Y este es el resultado del montaje de las orquídeas que os comentaba en la entrada anterior en un tronco de palmera.


13 Diciembre 2010
Y este es el aspecto actual.

30 Agosto 2012

 Las plantas se han ido acomodando fijando sus raíces en la palmera. He añadido un par de goteros para ayudar a mantener la humedad del musgo. Para finalizar la entrada un detalle de la Encyclia bracteana, una orquídea diminuta que se encuentra en flor ahora y que lleva floreciendo desde el primer año que la puse (Mayo de 2011) sustituyendo a uno de los Bulbophyllum inicial que se encuentra mucho más a gusto en una cesta colgante en la actualidad. Las flores de esta deliciosa plantita duran casi unos dos meses. Os la recomiendo.

Encyclia bracteana

Encyclias y Bulbophyllum-1. Montaje en un tronco de palmera

Hoy vamos a ver otra propuesta para colocar nuestras orquídeas en distintos soportes. En este caso utilizaremos un tronco de palmera de unos 80 cms. de altura, cortado por la mitad. En algunos países, muchas orquídeas utilizan los troncos de estos árboles como soporte natural. Su textura fibrosa y con numerosos entrantes y salientes, ofrecen una buena superficie para el arraigo de sus raíces, como puede verse en esta foto de una de las Encyclias un año después de colocarla en la palmera.



Vamos a utilizar 7 Encyclias compradas a OLA Orquídeas (Brasil) y 3 Bulbophyllum compradas a Ryanne Orchidées (Francia). No es una combinación muy ortodoxa porque las Encyclias gustan de más luz y suelen agradecer un período de reposo, mientras que los Bulbophyllum prefieren más riego y no necesitan reposo (aunque dada las dimensiones de esta familia de orquídeas hay grandes diferencias entre ellas). Lo ideal es poner los Bulbo en la parte baja del tronco para tener luz más difusa y beneficiarse del riego que escurre de las plantas altas y poder regarles sin mojar las Encyclias cuando estas estén en período de descanso. Las plantas que utilizaremos son:

                           Encyclia odoratissima (2 plantas)                         Bulbophyllum trigonosepalum
                                    Encyclia patens                                                     Bulbophyllum echinolabium
                                    Encyclia kundergraberii                                        Bulbophyllum biflorum
                                    Encyclia duveni
                                    Encyclia osmantha
                                    Encyclia alata
                                    Encyclia bracteata

Pintaremos la parte posterior y el fondo del tronco con pintura de caucho, para protegerlo un poco del agua y evitar que con el tiempo se vaya pudriendo. Lavamos bien el tronco con agua a la que se puede añadir alguna solución antifúngica y antiséptica para limpiarlo y evitar la presencia de insectos, babosas o caracoles ocultos. Luego retiramos con cuidado el sfagno de las raíces de las Encyclias y el sustrato de los Bulbophyllum, retirando las que estén en mal estado. Conviene pulverizar ligeramente las raíces con canela en polvo para evitar infecciones en las que estén rotas o presenten roces o cortes. Para fijar las plantas en este caso hemos utilizado hilo de pescar (sedal) que es fuerte y transparente y para facilitar el arraigo de las orquídeas cubriremos las raíces con musgo de bosque. Dispondremos las plantas al gusto de cada uno, atendiendo a las futuras dimensiones que puedan tener. Si en el futuro alguna planta vemos que no se siente a gusto podemos sustituirla fácilmente por otra especie y probar de nuevo.

Aspecto de alguna de las plantas recién compradas y de su colocación posterior fijadas en el tronco y cubiertas con el musgo.




En la siguiente entrada vemos el resultado final, una vez colocadas todas las plantas y su evolución en el tiempo.



miércoles, 29 de agosto de 2012

Una cesta con Phalaenopsis

Las Phalaenopsis, popularmente llamadas "Orquídeas Mariposa" son sin duda las orquídeas más conocidas. Grandes criadores europeos, asiáticos y americanos, producen en masa sus híbridos que llegan a precios muy económicos a cualquier lugar de venta habitual de flores, incluidos los supermercados. Es fácil encontrar plantas de flores llamativas en el tamaño estándar o en el formato mini, en torno a los 10 euros. Por el precio de un ramo de flores, podemos tener en casa unas cuantas Phalaenopsis que nos garantizan de 3 a 4 meses de vistosas floraciones en todos los tonos imaginables. En otra entrada comentaremos como cuidarlas y hacerlas volver a florecer. En ésta os proponemos dar un toque de color a un salón agrupando varias plantas en una cesta de mimbre.


Podemos comprar una o reciclar alguna vieja de las usadas para nuestras mascotas felinas o caninas. El siguiente paso es forrar el fondo y las paredes con un par de capas de plástico resistente que evite que el agua de riego caiga y manche el suelo o los muebles. Añadir una capa de gravilla, guijarros o bolitas de arcilla expandida para que las raíces no estén en contacto directo con el agua que puede quedar de los riegos. Luego simplemente acomodar las plantas en su interior y si queremos, para rellenar los huecos y dar estabilidad a las macetas, podemos intercalar unos tiestos con helechos o hiedras de hoja pequeña. Se puede buscar orquídeas de los mismos tonos o hacer una mezcla multicolor, es cuestión de gustos. Para regarlas es preferible sacar las macetas y ponerlas debajo del grifo o sumergirlas en un recipiente con agua y dejarlas escurrir bien antes de devolverlas a la cesta. Situarlas en un lugar que no reciban el sol directo y pulverizar con agua templada y baja en cal las hojas de vez en cuando, sin mojar las flores. Ir retirando las flores secas y cuando dejen de florecer, no las tiréis, es sencillo hacerlas florecer otra vez el próximo año. Para los que acabéis de iniciaros en la afición a las orquídeas, en otra entrada os contaré como cuidarlas para que vuelvan a reflorecer y la posibilidad de multiplicarlas por esquejes de vara o, mucho más simple, por los keikis (hijuelos) que en ocasiones producen en las varas florales.


Un consejo: en la tienda no escojáis las plantas que tienen ya todas o la mayoría de las flores abiertas, es preferible seleccionar plantas con muchos botones florales por abrirse que nos garantizarán un mayor tiempo de floración.

Macetas para Orquídeas

Puedes utilizar cualquiera de las que encuentras en el mercado e incluso reciclar tus propios envases como tarrinas de plástico de alimentación, vasos o botellas de plástico cortados, tarros de yogur, cestillas de rejilla de la fruta, etc. pero siempre cuidando de asegurar el drenaje, por lo que deben de tener suficientes agujeros para que el agua escurra y no se acumule en las raíces.

Lo habitual es usar macetas de plástico (transparente o de colores) o de barro cocido (esmaltado o sin esmaltar), depende del gusto, aunque cada recipiente tiene sus ventajas. Los de plástico mantienen bien la humedad, pesan poco, no se rompen si se caen, se limpian bien, son fáciles de apilar y son económicos. Los transparentes, además, permiten ver el estado de las raíces fácilmente.



Los de barro son más costosos y frágiles, también pesan más, pero eso da estabilidad sobre todo a orquídeas altas y el barro permite un intercambio de humedad con el ambiente más fácil.

Epidendrum radicans
Laelia rubescens

Encyclia advena
Si eres un poco manitas, otras opciones es utilizar cocos cortados por la mitad (recuerda los agujeros para el drenaje) o hacer unas cestas con listones de madera resistente a la humedad.
Embrea y Stanhopea
Sigmatostalix radicans y Phalaenopsis


Otras opciones para una Stanhopea y Epicattleyas híbridas

Cesto de rejilla para un Osmoglossum pulchellum y maceta colgante para un Dendrobium

Una Asconcenda y una Vanda híbridos, en cestillas plásticas de rejilla, sin sustrato.

También puedes utilizar placas de corcho en horizontal con un poco de musgo como en esta Brassavola nodosa (abajo a la izquierda) o Prosthechea abreviata (abajo a la derecha).



 Como ves, las posibilidades son múltiples, prueba distintas opciones teniendo en cuenta el tamaño de la planta, si la vas
a poner en una mesa o colgar del techo y las necesidades de agua o luz.


martes, 28 de agosto de 2012

Paphiopedilum ¿dónde los coloco?


Una forma sencilla y económica de tenerlos en una casa facilitándoles la humedad necesaria y evitando que mojemos los muebles con el agua sobrante de los riegos, es situarlos en una caja de plástico, en cuyo fondo distribuimos una capa de bolitas de arcilla expandida (arlita) de unos 3 cms. y manteniendo el agua a una altura de 1 ó 2 centímetros. 


Se trata de reponer periódicamente el agua evaporada. Agrupando varios, contribuimos a mantener la humedad. Los que encuentras a la venta generalmente, son híbridos, si tienes especies botánicas asegúrate de las condiciones de cultivo y ambiente que requieren (suelen ser más delicadas y tienen requerimientos más exigentes en cuanto a la luz, la humedad y la temperatura).


Si dispones de un lugar donde el agua de riego pueda caer sin estropear nada, puedes optar por colocar varias plantas en una cesta metálica con forro de fibra de coco y sustrato de cortezas de pino y colgarla donde te guste. La floración es más espectacular si son de la misma especie, ya que aseguras que todos florezcan a la vez y un tono uniforme en las flores. En las foto siguiente 3 plantas de "híbridos tipo americano" de grandes flores amarillas brillantes.






Paphiopedilum, unas orquídeas diferentes



Quién no conoce estas hermosas orquídeas? Popularmente las llamamos Sandalia de Venus o Zapatitos, en alusión a la forma característica de su labelo. Suelen ser terrestres, aunque también hay algunas especializadas en crecer en rocas calizas y raramente de forma epifítica. Son monopodiales y la mayoría se distribuyen por amplias zonas de Asia.

Suelen ser de pequeño tamaño y con una única flor por planta (en algunos casos reflorecientes), aunque la hibridación comercial ha generado algunas con largas varas multiflorales. Lo más característico es su labelo, que forma un pequeño depósito como un cuenco, y su gran sépalo dorsal muy vistoso. Los laterales adoptan diversas formas, desde pequeños, lisos y redondos a largos, retorcidos, con bultitos o pilosos.

Distinguir de los Cypripedium, Phragmipedium, Selenipedium y Mexipedium, con los que comparten ciertos parecidos en la apariencia pero que tienen orígenes geográficos y necesidades de cultivo diferentes.

Las condiciones básicas para su cultivo, ya que hay muchas especies con particularidades, pueden generalizarse acondicionando las plantas con hojas verdes en zonas de sombra y frescas, con humedad elevada y las de hojas moteadas en zonas con algo más de luz y algo más cálidas. El sustrato clásico a base de cortezas de pino se complementa con algún material de drenaje (arcilla expandida o trocitos de poliestireno o foam) y en las que crecen en zonas calcáreas se añaden algunos trozos de piedra caliza (dolomita: carbonato mixto de calcio y magnesio) o simplemente cáscaras de huevo molidas. No conviene que el sustrato se seque demasiado, ni debemos ponerlas al sol directamente o en zonas de fuerte insolación. Tampoco regar a última hora de la tarde para evitar que el agua que queda en el cuello de las plantas pueda estropearlas. En invierno conviene darles un reposo en cuanto a los riegos y aporte de abonos. El trasplante podemos realizarlo después de la floración.

Cuál elegir? Si llevas poco tiempo cuidando orquídeas, lo más fácil es empezar con alguno de los híbridos que encontrarás fácilmente en los centros de jardinería, son de flores espectaculares (muchos son del tipo denominados "Americanos" o "Maudiae") y gran resistencia a los ambientes no muy húmedos de las casas. Si vas a alguna exposición de orquídeas podrás encontrar también numerosos híbridos multiflorales con largos y retorcidos sépalos con una apariencia muy bonita y también muy resistentes.

Si quieres dar un paso más, prueba con alguna de las especies, no suelen ser tan llamativos pero hay verdaderas preciosidades y rarezas: Primulinum (Sumatra), Callosum (Indochina, Malasia), Concolor (Indochina, China), Spicerianum (Myanmar), Villosum (China), Insigne (Bangladesh, Nepal), Bellatulum (Indochina, China),  Liemianum (Sumatra), Gratrixianum (Laos, Vietnam), Godefroyae (Thailandia), Helenae (Viernam), Kolopakingii (Borneo), Philippinense (Filipinas), Purpuratum (China), Rostchildianum (Borneo) o Sanderianum (Borneo), entre otros muchos.

Anímate, son orquídeas que aportan siempre un toque original a cualquier colección.