Unas plantas epifitas realmente especiales, muy decorativas y de fácil cuidado. El género fue nombrado por Carlos Linneo en 1738 refiriéndose al médico y botánico finlandés Dr. Elias Tillandz (1640/1693). Popularmente se las conoce como "hijas del aire" o "claveles del aire" Combinan muy bien con las orquídeas y pueden colocarse con ellas en soporte de ramas de alcornoque, troncos de parra o cepas de vides por ejemplo.
Las de color verde necesitan menos luz y más humedad y pueden cultivarse directamente en macetas con tierra o cubriendo las raíces con musgo y fijándolas a un soporte. Las de color gris necesitan más luz y menos riego y humedad. Conviene pulverizarlas con frecuencia y mantener una luz suave y ambiente húmedo en general.
Muchas de ellas tienen floraciones muy bonitas, generalmente en tonos azulados, rosáceos o morados. La forma más fácil de reproducirlas es por la división de los hijuelos que suelen crecer en la base de la planta madre.
Como la mayoría no necesitan tierra, para fijarlas a un soporte, basta con atarlas ligeramente con goma elástica suave o un hilo fino, pero lo más sencillo es poniendo en la base un poco de silicona o pegamento del que viene en barritas y se calientan para su aplicación. Procura no ponerlo en las hojas y basta con un poco en la zona de la base. Quedan más bonitas si combinas varias especies en un mismo soporte, que puedes apoyar horizontalmente o colgar del techo del invernadero.
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