Mormodes romanii

Mormodes son un género de unas 80 especies de orquídeas epifitas y ocasionalmente litófitas de zonas de Centroamérica en bosques a alturas de 1.000 a 1.500 metros. Pertenecen a la subtribu Catasetinae y guardan cierto parecidos con otras especies de este mismo grupo como Catasetum, Cynoches, Clowesia, Galeandra, Dressleria o Grobya. Suelen instalarse en troncos o postes de madera y suelen ser polinizados por abejas macho Euglosinas especializadas en cada especie.

 

 

Mormodes romanii Dodson 1980 es una orquídea común en Ecuador, con bulbos fusiformes que recuerdan a los Catasetum, aunque las varas florales surgen de zonas más bajas en este caso. Son plantas de hojas caducas, que suelen florecer cuando se caen las hojas, con espigas florales que llevan numerosas flores perfumadas de formas extrañas pero generalmente muy bonitas. En el caso de Mormodes romanii, sus flores son asalmonadas cremosas con pequeñas motas o rayados ligeros.

 

Estas orquídeas, tiene fama de un cultivo difícil, pues frecuentemente sin razón aparente, los pseudobulbos comienzan a estropearse uno detrás de otro. Algunas recomendaciones básicas para intentar que se desarrollen adecuadamente serían las siguientes: las plantas tienen un marcado período de reposo en el que conviene suspender el riego al máximo, ya que en esos meses, cualquier exceso de riego conduce a la pudrición de los pseudobulbos. Se pueden cultivar en maceta en sustrato estándar de cortezas de pino, con carbón vegetal, sphagnum y arlita o poliestireno expandido, asegurando un buen drenaje. Algunos aficionados recomiendan añadir madera en descomposición a la mezcla o utilizar sustrato liegeramente degradado proveniente de otra planta sana, ya que con frecuencia como los Catasetum crecen en postes de madera o troncos caídos. Pero, dada la facilidad para estropearse si el compost retiene mucha agua, es preferible cultivarlo sobre un trozo de corcho o madera permitiendo que las raíces se ventilen bien. Para ello es necesario una alta humedad al menos en el período  de crecimiento (70 u 80%), muy buena ventilación, un entorno cálido (acepta temperaturas entre 14 y 29 grados aproximadamente) y que disponga de mucha luz. También recomiendan que se dividan de forma regular los pseudobulbos (anualmente o cada dos años) pues parece que ayuda al desarrollo de la planta. Los bulbos viejos pueden guardarse y colocar por separado pues, en ocasiones, aunque tardan mucho tiempo brotan nuevos crecimientos.

 

La planta de la foto la adquirí a Flora del Trópico (España) y aunque en esa toma no se ve, tiene un nuevo pseudobulbo en crecimiento. Ya os contaré su evolución, pues es la primera orquídea de este género con la que pruebo.