Coelogyne speciosa, trasplante . Coelogyne speciosa transplantation

Las Coelogyne son orquídeas que se extienden desde el Sur de Asia hasta las islas del Pacífico Occidental y crecen en lugares tan dispares como zonas costeras, bosques claros a media altitud y hasta a más de 2.000 metros en las estribaciones del Himalaya. Es un género establecido por John Lindley en 1821 y que ha sido revisado con frecuencia, entre otros por: Friedrich Kränzlin (1907), Friedhelm Btzin (1974) y Gunnar Seidenfaden (1975), de ahí que, según unos autores, comprenda poco más de 100 especies y según otros supere las 200.

En esta Entrada vamos a ver la secuencia de un trasplante de una Coelogyne speciosa Lindley 1834 (en una próxima Entrada hablaremos sobre esta especie y su cultivo). En la fotografía siguiente podéis ver como los pseudobulbos han llenado toda la maceta y numerosas raíces sin sitio en el sustrato sobresalen por los bordes. En la esquina izquierda hay una vara floral en desarrollo, antes de hacer un trasplante debemos esperar a que la floración haya terminado para evitar molestar a la planta en esa etapa y evitar que las flores se caigan.

 La planta en su maceta original, lista para el trasplante.

 Detalle de los pseudobulbos, algunos ya sin hojas

Vamos a utilizar como maceta esta cestilla de las utilizadas para las plantas de estanque, es ancha y poco profunda y facilita el drenaje del exceso de agua de los riegos. Para colgarla podemos usar un gancho de plástico que fijaremos en los bordes de la cestilla, o simplemente alambre plastificado.

Cuando sea difícil sacar el cepellón de la maceta, podemos cortarla, con cuidado de no dañar las raíces, como se ve en la fotografía superior. Luego quita la maceta y procede a retirar el sustrato viejo con cuidado, apretando ligeramente para que se vaya disgregando. Puedes ayudarte con un chorro suave de agua templada que ayudará a remover las cortezas.

En las fotos superiores se puede ver, una vez retirado el sustrato, la cantidad de raíces del cepellón. Utilizando una tijera o herramienta similar, previamente desinfectada, cortaremos todas las raíces en mal estado (secas, podridas, rotas, etc.)  para sanearlas y les daremos un baño en algún fungicida. Al efectuar el trasplante, es un buen momento para dividir la planta si lo consideramos necesario. Recuerda que es conveniente dejar al menos grupos de 3 ó 4 pseudobulbos, algunos viejos y nuevos crecimientos si es posible, para que se recupere pronto y no tarde en florecer.

A continuación procedemos a la plantación utilizando la mezcla de sustrato previamente preparado y ligeramente humedecido. Utilizaremos cortezas de pino pequeñas, trocitos de carbón vegetal lavado, algunas hebras de musgo sphagnum, poliestireno expandido y bolas de arlita, trocitos de corcho u otros materiales drenantes. Es conveniente situar los pseudobulbos viejos hacia el borde de la cestilla y los  nuevos crecimientos al frente para que tengan sitio suficiente para extenderse. No riegues al menos en una semana.

  La planta colgada en su nueva ubicación (un poco sombreada por un helecho).

El motivo de los trasplantes suele ser doble: dar más espacio de crecimiento a una orquídea que ha desbordado la maceta y/o sustituir un sustrato degradado por otro nuevo. Las mezclas se van deteriorando y compactando, perdiendo la capacidad de drenaje, algo que suele ser fatal para las orquídeas, además los nutrientes van acabándose y las sales de los fertilizantes se acumulan en las raíces. Por eso es preciso realizar la operación cada 2 años aproximadamente, aunque dependerá de cada especie y de la forma de cultivo. Hay que hacerlo fuera de la época de floración, el mejor momento es cuando los nuevos crecimientos empiezan a formarse, al final de la temporada de reposo, generalmente.