Encyclia bractescens (Una delicada miniatura)

Como ya comenté en otra entrada, todas las Encyclias son plantas muy recomendables por su resistencia, facilidad de cultivo y generosidad de sus floraciones. La Encyclia bractescens (Lindl.) Hoehne 1952 no es una excepción. Puedes localizarla también por los nombres de Encyclia acicularis, Epidendrum bractescens, Ep. linearifolium o Ep. esculentum.

Esta preciosa epifita es originaria de América Central, donde vive en bosques hasta alturas en torno a mil metros. Los pseudobulbos son pequeños, con hojas acintadas de aspecto herbáceo y todo el conjunto es ligero y de aspecto delicado. Las espigas florales pueden llevar hasta 10 flores en forma de estrella que rodean toda la planta, ligeramente perfumadas y con una llamativa combinación de colores con pétalos y sépalos de tonos bronce y un labelo mucho más ancho de tonos rosados o malvas que cubren casi por completo el fondo blanco o crema.

Yo compré la planta de la foto a Orchids & More (Alemania) y ya venía con espigas florales en formación que enseguida se llenaron de flores de unos 5 cms. que duraron desde primeros de mayo a finales de junio. Está situada en una zona del orquideario luminosa, cálida y con humedad alta.

  

Como otras Encyclias puedes cultivarla montada en un tronquito o placa de corcho, con un poco de musgo, siempre y cuando garantices humedad suficiente y una buena ventilación. Otra opción es hacerlo en una pequeña maceta o cestilla con corteza de pino mediana, arlita y poliestireno expandido, asegurando un buen drenaje siempre para que no sufran las raíces. Ponla en una zona con buena luz, pero tamizada, evitando el sol directo del mediodía y mantenla húmeda hasta el otoño en que debes dejar de fertilizarla y moderar los riegos, pero sin suspenderlos ya que no necesita un verdadero reposo, sólo un ligero descanso para florecer con fuerza en primavera y a veces reflorecer en verano también si se encuentra a gusto. Le gusta una temperatura cálida que puede bajar por las noches hasta unos 15 grados. Déjala que llene la maceta con sus pseudobulbos, formando grandes matas para disfrutar con generosa floración. Si ha crecido demasiado puedes dividirla en grupos de 4 pseudobulbos o más y ampliar la colección o intercambiarla con un amigo que de seguro te lo agradecerá porque cuando florece es una delicia para la vista.