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domingo, 7 de octubre de 2012

Una tarde de trabajo (Materiales para el montaje de las orquídeas)

Cuando hay muchas orquídeas para montar en soportes hace falta preparar un pequeño zafarrancho y hacer acopio de materiales. Básicamente necesitaremos ramas de alcornoque, saúco, vid u otras maderas similares, dependiendo de la zona en que vivas. También puedes usar xaxim (si es de cultivos controlados ya que este tipo de helechos están protegidos). Otra alternativa son las placas o soportes de material sintético llamadas Epiweb o Ecoweb, a algunos aficionados les va bien. Las placas de corteza de alcornoque (corcho bornizo) son posiblemente las más económicas, fáciles de encontrar a la venta (o de recogerlas en el campo si hay alcornoques en tu zona), resistentes al deterioro por humedad, secan rápido por lo que no corren peligro las raíces y por su textura permiten que las plantas se agarren fácilmente a ellas. En muchos casos es conveniente añadir sobre las raíces un poco de musgo sphagnum húmedo o un poco de musgo de bosque, como hemos comentado en otras entradas.

Una vez elegido el soporte, necesitamos herramientas para cortar la corteza del tamaño que deseemos. Si son placas gruesas, puedes hacerlo con una sierra de calar, te permitirá un corte regular, fácil y rápido. Si no, puedes usar una sierra de mano o un serrucho tradicional. Unas tijeras metálicas pequeñas, de las usadas para podas en el jardín, te ayudará a partir trozos pequeños como esquinas o trozos salientes y un cutter te servirá para igualar rebordes o alisar algunas zonas.
Prepara el sphagnum dejándolo en agua previamente y escúrrelo bien antes de usarlo. Si es musgo de bosque, sólo necesitas ir cortando trozos a la medida con la mano, según te vayan haciendo falta. Antes de seguir, tienes que hacer un agujero en el extremo de la placa, centrado, que servirá para poner un trozo de alambre con forma de gancho con el que puedas colgarlas luego en su lugar en el orquideario, estantería, malla o soporte donde coloques las orquídeas. El alambre tiene que ser un poco grueso para que mantenga la forma de gancho y aguante el peso. Puedes utilizar alambres especiales o el tradicional plastificado (los hay en varios colores) que evitará que se oxide y se notará menos entre las plantas. Para hacer el agujero en el corcho yo utilizo una pequeña barrena con el mango de madera que permite hacerlo fácilmente con sólo pinchar en la corteza y dar unas vueltas hasta que salga por el otro extremo. Corta un trozo de alambre (utiliza un pequeño alicate de corte) dobla una punta (ayudándote con otro alicate pequeño) y lo metes por el agujero y lo doblas en ángulo recto para que quede pegado al corcho, luego dobla en forma de gancho el otro extremo y listo.

Con los soportes preparados ya puedes proceder al montaje (si nunca lo has hecho, no te preocupes, es un proceso sencillo, puedes verlo en varias de las entradas anteriores donde lo hemos comentado). Para sujetar las plantas y el musgo, puedes utilizar distintos materiales: cáñamo, lana gruesa u otras cuerdas naturales, nylon fino, alambre fino plastificado, tiras cortadas de unas medias viejas, cordón de goma elástica (del que se usa para hacer abalorios), rafia, etc. (ten a mano una tijera corriente bien afilada) Tiene que quedar firme, pero sin apretar demasiado y cuidando de no dañar las raíces. Las plantas se agarrarán pronto al soporte y si para entonces la cuerda no se ha roto ya porque usaste un material sintético o alambre plastificado, es conveniente que lo cortes para que no dañe las raíces o la planta a medida que se desarrolla.
Por último, coloca las etiquetas o el sistema que utilices para la identificación de cada planta. Las hay de muchos materiales, formas y colores, es cuestión de gusto o estética. Las de plástico son económicas y no se estropean, puedes utilizar distintos colores para diferenciar híbridos y especies botánicas, o plantas compradas y las procedentes de las divisiones de tus plantas. Para escribir en las etiquetas puedes utilizar rotuladores indelebles (aunque con la luz, la humedad y el agua de las pulverizaciones o riegos, todos acaban borrándose) o un lápiz de grafito que al ser graso evita que el agua lo borre (al menos escribe un número único para cada planta, su nombre completo y la fecha de adquisición o montaje, el resto de datos puedes ponerlos en el registro informático que lleves de la colección con todas las indicaciones que precises para su cultivo y el seguimiento de su desarrollo, añade fotos para completar la información y facilitar la identificación).
Y ya está: el producto de una tarde de trabajo sobre la mesa. Ahora a limpiar y recoger los materiales y a colocar las plantas en tu colección.

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