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lunes, 6 de julio de 2015

Tolumnia Rafinesque (Miniaturas con deliciosas flores)

Los que seguís el blog, sabéis que me gustan las orquídeas miniatura, pero hay dos especies que no puedo resistir comprar cada vez que las veo a la venta: una es la maravillosa Neofinetia falcata (la especie o cualquiera de sus hibridaciones posibles) y la otra son las fantásticas Tolumnia (cualquiera de las especies o de sus múltiples y coloridos híbridos).

 

Son orquídeas miniaturas, aunque sus varas florales suelen ser largas y ramificadas con flores en algunos casos relativamente grandes. Es un género de creación reciente que se desgajó de los Oncidium, (El género fue creado por Rafinesque en 1836, pero permaneció casi olvidado), por ello puedes encontrarlas con los nombres de Tolumnia rafinesque, Fl. Tellur. 2: 101. 1837 ("1836"), Oncidium Equinos o Tolumnias Variegadas. Son plantas de origen caribeño, generalmente epifitas, aunque ocasionalmente pueden ser terrestres y viven en diversos ámbitos, por lo que sus cuidados pueden diferir. 



 

El género agrupa unas 30 especies:
Tolumnia arizajuliana, T. bahamensis, T. berenyce, T. calochila, T.caribensis, T. compressicaulis, T. concava, T. cunelabia, T. gauntlettii, T. guianensis, T. guibertiana, T. guttata, T. haitiensis, T. henekenii, T. leiboldii, T. lemoniana, T. lucayana, T. moiriana, T. prionichila, T. pulchella, T. quadriloba, T. scandens, T. usneoides, T. sylvestris, T. tetrapetala, T. triquetra, T. urophylla, T. variegata, T. velutina.

 

 



Apenas se distinguen los pseudobulbos, las hojas crecen formando abanicos y las nuevas plántulas se desarrollan generando matas compactas. Se suelen cultivar montadas en corcho o placas de madera, porque facilita que las raíces se mantengan secas, ya que estas plantas necesitan una fuerte ventilación que asegure que no permanezcan demasiado húmedas, usa un poco de sphagnum en las raíces pero es importante asegurar una buena ventilación y temperatura relativamente alta. También debe permitirse que se sequen ligeramente entre riegos y evitar que el agua se deposite en las rosetas de las hojas pues podrían pudrirse. Si optas por ponerla en una maceta, debe ser pequeña, preferible de barro y el sustrato tiene que asegurar un muy buen drenaje para evitar hongos y pudriciones de las raíces.


ASPECTO DE LAS LARGAS VARAS FLORALES

Les gusta una iluminación fuerte, sin sol directo, una humedad en torno al 60/70%, no necesitan reposo, sólo un ligero descenso de los riegos a partir del otoño. El abonado debe ser frecuente pero ligero y asegúrate de que las raíces se lavan bien entre los períodos de abonado para evitar acumulaciones de sales. La temperatura diurna puede llegar a los 32 grados y la nocturna puede caer hasta 10. Lo fundamental es que observes que la planta está hidratada pero que no acumula humedad ni se encharca controlando la relación entre vaporizaciones, riegos, calor y ventilación.


Los trasplantes pueden hacerse cada dos años, a principios de primavera, cuando se desarrollan los nuevos crecimientos, antes de que empiecen a crecer los botones florales. Suele florecer en primavera, aunque las plantas maduras pueden florecer dos veces al año y muchos híbridos incluso tres veces. Los tonos de color son muy variados, por lo que un grupo de ellas juntas aporta mucho colorido al orquideario y su pequeño tamaño permite colocarlas en muy poco espacio. A veces la misma planta cambia el tono de floración al volver a florecer. No conviene cortar la vara floral porque en ocasiones reflorecen.
 


 
Se han desarrollado multitud de híbridos de estas encantadoras plantitas, algunos de los más conocidos son: Passionata Red, Keysa, Rapsberry, Golden Sunset, Lei-Lei, Volcano, Lemon, Peach, Plum, Red Barry, Genting Rainbow, Genting Leopard, Genting Pink Lady, Irene Geason y otros muchos que aseguran una explosión de color varias veces al año. Si buscas plantas pequeñas, de fácil cuidado, floraciones abundantes y económicas, las Tolumnia pueden ser una muy buena opción.
 

Un libro recomendado: Cría variegata Oncidiums 
William Whitmore Goodale Moir 
Publicado por Harold L. Lyon Arboretum por la Prensa de la Universidad de Hawaii (1980) 
ISBN-10: 082480712X ISBN-13: 978-0824807122



Ref.; wikipedia.org, aos.org, orchidspecies.com, efloras.org

domingo, 5 de julio de 2015

Vandas - Segunda floración de esta hermosa orquídea

Es indudable que las Vandas llaman la atención por su exotismo y belleza, con sus grandes y coloreadas flores, a menudo perfumadas, y sus largas raíces colgando libremente en el aire, sin sustrato. Las fotografías son de la segunda vara floral de esta planta.


La mayoría de las que podrás encontrar a la venta son híbridos de flores enormes, sobre todo en tonos azules, morados y púrpuras, pero también de otros muchos colores, lisas, moteadas o teseladas, situadas en pequeñas cestas de plástico sin sustrato, con larguísimas raíces al aire o en grandes recipientes de cristal también sin sustrato. Es probable que la planta que lleves para casa, aunque lleve la etiqueta de Vanda, sea alguno de los múltiples híbridos intergenéricos que se comercializan: Mokara, Vandaenopsis, Vascostylis, Ascocenda, Darwinara o cualquier otro de nombre impronunciable, pero no te preocupes, porque los cuidados son básicamente similares.


Para su cultivo necesitan un lugar cálido (el rango de temperaturas va desde los 15 a los 35 grados, aunque la franja intermedia es preferible, unos grados menos por la noche estimulan la floración) Colócalas en un lugar con mucha luz (evitando el sol directo del mediodía con un visillo o cortina ligera) y bastante humedad (al menos un 70%) y mantén siempre sus raíces húmedas con riegos frecuentes y pulverizaciones. Cuando las raíces están bien hidratadas, su color es verde claro brillante y a medida que se van secando toman el característico color gris plateado, por lo que resulta sencillo saber sus necesidades de riego. Si no dispones de un lugar con esas características, puedes cultivarla en una cesta con un sustrato a base simplemente de trozos de ladrillo y carbón vegetal, e incluso en un compost de cortezas de pino grandes y algún material de drenaje.


Otro modo, es mantenerla en el recipiente de cristal en que a veces vienen, proporcionando un baño de agua templada a las raíces cada cierto tiempo (una semana es orientativo, pero dependerá de la humedad de tu casa). Para ello echa agua sin cloro (fíltrala o déjala reposar un rato) hasta que cubra las raíces, deja la planta unos 20 minutos y luego escurre todo el agua, cada 4 riegos incorpora un poco de abono muy disuelto al agua. También puedes utilizar un abono foliar como refuerzo en ocasiones. Vigila el exceso de humedad y que no se pudra el cuello de la planta. Para reproducirlas se corta el ápice del tallo cuando es suficientemente largo y tiene varias raíces aéreas, como si fuese un esqueje tradicional o un keiki. En la parte seccionada aparecerá en poco tiempo una nueva yema y la planta seguirá creciendo. Dales una buena ventilación, soportan incluso corrientes de aire, ello ayuda a evitar infecciones fúngicas a las que son propensas, es conveniente un rociado preventivo periódicamente con un fungicida sistémico. Si las condiciones de cultivo son constantes, el crecimiento es contínuo todo el año y pueden repetirse las floraciones.


Recuerda que en la naturaleza las raíces de las orquídeas epifitas están adaptadas a los ciclos climáticos y los excesos (fuertes lluvias por ejemplo) se ven compensados con viento que seca el agua sobrante. En casa, en un invernadero o en un orquideario, tenemos que estar siempre atentos al estado de las orquídeas fijadas en soportes, porque una tarde de sol excesivo, un fallo u olvido en el riego o en la ventilación, pueden estropearlas, sobre todo las más pequeñas que apenas tienen reservas de humedad. Debemos asegurarnos de pulverizarlas con frecuencia y regarlas al menos una vez al día. Cada dos semanas podemos agregar un poco de fertilizante para orquídeas muy diluido al agua. Será suficiente para alimentarlas.

 
Se producen muchos híbridos intergenéricos, generalmente combinando Vanda Sanderiana o Vanda Caerulea, por la belleza y duración de su flores con otros géneros como: Aerides, Ascocentrum, Arachnis, Phalaenopsis, Renantheras, Rhynchostylis, Doritis,  Neofinetias etc. y dan lugar a géneros con nombres como: Aranda, Ascocenda, Burkillara, Darwinara, Hagerara, Macekara, Moirara, Paulara, Sutingara, Vandaenopsis o Yapara, entre otros muchos. Algunos cultivadores sobre todo asiáticos, las reproducen a miles, por lo que la oferta es amplia, aunque suelen ser caras.

  

Reforchideasweb.com, wikipedia.org, infopedia.nl.sg., orchids.wikia.com, orchidweb.com

Cattleyas - Floración al inicio del verano

Es frecuente encontrar a la venta, en los Invernaderos y Centros de Jardinería, estas Cattleyas híbridas. Son plantas pequeñas de delicadas floraciones y con muchas opciones de color para escoger. Lo mejor es que, además de ser bonitas y económicas, son poco exigentes y fáciles de cuidar.


Seguramente, no puedas poner nombre exacto a tu planta, porque los cultivadores han generado miles y miles de híbridos con flores más grandes, más perfumadas, más duraderas o de colores más llamativos, pero tampoco tiene mucha importancia, porque los cuidados suelen ser muy similares. Son orquídeas muy cercanas a las Laelias, se diferencian en que las Cattleyas tienen 4 polinias y las Laelias 8, por ello una de las hibridaciones más frecuentes es con este género, pero también se utilizan otros géneros como: Brassavola, Broughtonia, Epidendrum, Leptotes, Schomburgia o Sophronitis. Las especies botánicas se suelen dividir en unifoliadas (Suramérica, suelen dar pocas flores anchas y muy grandes) y bifoliadas (Centroamérica, flores más pequeñas, pero más numerosas) y sus pseudobulbos son alargados, de forma ahusada o cilíndrica, un poco más gruesos en la zona central y alcanzan alturas de hasta un metro en algunas especies como la Cattleya tigrina. Desarrollan un sistema de raíces simpodial, lo que facilita su división si tenemos plantas grandes, ya que el rizoma se extiende de forma horizontal sobre la superficie de la maceta o soporte. 


Si no has podido resistirte y has comprado alguna, las necesidades básicas serían: Utilizar un sustrato de cortezas de pino, con trozos de poliestireno expandido o trocitos de corcho y bolas de arlita, o materiales semejantes que garanticen un buen drenaje. Una opción válida para muchas de ellas es montarlas con un poco de musgo en placas de corcho, ramas o troncos de maderas duras. El rango de temperaturas varía según el origen de las especies (Hemisferio Norte no menos de 15 grados - Hemisferio Sur no menos de 12 grados), pero la media podría estar entre los 14 nocturnos y los 30 diurnos, una diferencia de 6 grados entre el día y la noche ayuda a la floración. Les gusta la luz, por lo que debes situarlas en lugares con abundante claridad, sin llegar al sol directo, al menos en las horas de más calor. Admiten el cultivo en exterior en las épocas cálidas colocándolas en lugares con sombra matizada (colgando de árboles o bajo mallas de sombreo ligero). En casa sitúa las plantas en una ventana al Este o Sur, o al Oeste protegidas del sol. 


La ventilación es importante, en invernaderos donde la humedad puede concentrarse más, o incluso en interiores si las tienes en grupo con otras plantas, establece un flujo de aire con un ventilador de tamaño y potencia adecuado. La humedad no debiera bajar del 60%, si es superior, es imprescindible cuidar la ventilación. Como en la mayoría de las orquídeas, el riego es fundamental, pero el exceso deteriora el sustrato y pudre las raíces. En función de la temperatura adecua el aporte de agua, con un sustrato en buen estado y que drene bien, riega abundantemente, deja escurrir el agua y no vuelvas a regar hasta que el sustrato muestre señales de secarse, podría ser un par de veces a la semana en época de calor, una a la semana con temperaturas medias y una cada dos semanas con bajas temperaturas (siempre atendiendo al período de reposo y la humedad ambiental). No riegues por la tarde/noche para que las plantas no queden muy mojadas al bajar la temperatura, ni dejes el follaje húmedo. Ocasionalmente, un pulverizado de agua tibia aumentará la humedad ambiental, sobre todo en interiores. No mojes las flores o se estropearán.


En la época de crecimiento, cada 15 días, añade al agua de riego una dosis diluida de abono con una proporción más elevada de Nitrógeno (30:10:10), en la de floración utiliza un fertilizante con mayor proporción de Fósforo y  Potasio (10:30:20) el resto del año cada 4-5 semanas una fórmula balanceada (20:20:20 por ejemplo, siempre muy diluido). Abona siempre con el sustrato húmedo y entre aportes lava bien el sustrato con agua tibia para eliminar las sales acumuladas en las raíces. No abones en exceso, sólo conseguirás quemar las raíces y alterar el ritmo propio de crecimiento, propiciando el debilitamiento y la aparición de plagas y enfermedades. Respeta el período de descanso de mediados de otoño a principios de primavera aproximadamente y suspende o limita el abonado y disminuye los riegos progresivamente.


Cuando surgen los nuevos brotes puedes trasplantarlas, generalmente cada 2 años cuando el sustrato esté ya deteriorado y compactado. Utiliza macetas o cestas de madera, un poco mayores que las anteriores. En el caso de plantas montadas en corteza o ramas, cuando hayan ocupado todo el soporte, no las despegues pues romperías la mayoría de las raíces, sólo fija el soporte antiguo sobre uno mayor y deja que vuelvan a colonizarlo. Después del trasplante no riegues en dos semanas, basta con una humedad ambiental moderada.  Puedes aprovechar el trasplante para dividir las plantas grandes, cortando el rizoma en grupos de 3-4 pseudobulbos, Utiliza herramientas de corte afilado, limpias y desinfectadas y espolvorea los cortes con canela en polvo o dales un baño en un fungicida, para evitar infecciones. Retira los pseudobulbos estropeados o si hay muchos antiguos sin hojas y sanea las raíces y cualquier parte que pueda estar enferma o seca.

Ref. wikipedia.org, orchidspecies.com, acao.org, infojardin.com, M. Lecoufle "Orquídeas", orquideasweb.com

sábado, 4 de julio de 2015

Polinizadores en Dactylorhiza fuchsii - (Serranía de Cuenca - Junio 2015)

En esta ocasión tuve la oportunidad de fotografiar a esta abeja (Euceras sp.) en el proceso de polinización de una Dactylorhiza fuchsii, en la Serranía de Cuenca.




En la imagen superior se ve el detalle de la cabeza de la abeja y se puede apreciar el elevado número de polinias adheridos a su frente. En las sucesivas visitas a otras orquídeas en busca de polen o néctar, los granos de polen se dispersarán sobre las flores, consiguiendo la fecundación y asegurando la producción de semillas.








En la secuencia de imágenes, se aprecia como la abeja se desplaza por las flores de la Dactylorhiza, cuantas más visite y más tiempo permanezca en ellas, aumenta la posibilidad de la polinización de éstas.



Muchas orquídeas tienen polinizadores específicos (a veces condicionados por el tamaño de las flores, el tipo de recompensa, el momento de floración o su ubicación geográfica) y en otras ocasiones pueden ser polinizadas por diversos insectos. Además de los potenciales polinizadores, como hemos comentado en otras ocasiones, numerosos insectos las visitan también buscando alimento (mariposas u orugas), lugar de pastoreo (hormigas con sus rebaños de pulgones), refugio (abejas por la noche o días de lluvia) o las utilizan como lugar de acecho a la espera de sus víctimas (como algunas arañas), por ello no es raro encontrar "fauna variada" sobre ellas: en las fotografías inferiores puede verse un saltamontes, una chinche, otro insecto, tal vez un Camptopus? y una mariposa (Aporia crataegi).